Saturday, October 16, 2004

EL SAN FERMÍN

Dejo París y mi primera destinación es “Pamplona” en España, ya que una de mis mejores amigas estaba viviendo allí haciendo su pasantía[2].
Para mí mi gran sorpresa, para la fecha en la que estaría allí se celebraban en Pamplona las fiestas de “San Fermín” en las que tradicionalmente la gente se viste de pantalón y camisa blanca, con un pañuelo rojo atado al cuello y una chaqueta negra atada en la cintura llamada no recurdo como...
- La descripción de este capítulo no es muy placentera en este momento ya que estoy montada en el tren destinación Roma-Bari, y como no tengo ticket, no tengo puesto...Así que me encuentro en una de las uniones de los vagones, donde no hay aire acondicionado y donde el tren más se menea... -
- Retomando mi historia en el Ferry vía Pattram –
En la fiesta de San Fermín ocurren la corrida de toros y el encierro. En estas fiestas se sueltan a los toros a las calles de Pamplona y las personas corren delante de ellos durante unos cuatro minutos aproximadamente. Entre estas personas se encuentras los corredores de Pamplona, los cuales son expertos, ya que se preparan durante el año para estas famosas corridas, luego están los corredores extranjeros, los cuales usualmente no tienen en donde dormir estando en Pamplona, pasan la noche borrachos en las fiestas y durmiendo en las plazas y parques del pueblo, por lo que en la corrida del día siguiente, hora: “6:00 am.”, todavía están borrachos. En estas corridas, en consecuencia, hay siempre muertos y heridos...
Al llegar a Pamplona, le pregunto a mi amiga Miladi y a su prima Alejandra (Nickname “Alelí”), uruguaya por cierto, si ellas también corrían a lo cual respondieron “ Sí, todos los días hemos corrido”. Yo resignada aunque con un poco de miedo me dije “ Bueno, a correr con los toros” Luego, obviamente, era una broma de su parte...
En el tren, vía Pamplona, oí a estos americanos que correrían en algún sitio y contaban todo un suceso al respecto, otra gringa les comentaba que ella lo había echo, que lo ideal era siempre quedarse en el medio y nunca tomar las orillas, pero yo en ese momento no tenía idea del asunto, aunque me dio bastante curiosidad lo que estaban hablando. Ellos, como todos los gringos, escribían su respectivo diario durante el viaje y yo, al escuchar que se preguntaban entre si “¿Qué comimos hoy? ¿Qué comimos ayer?” Pensé que se trataba de unos sibaritas que andaban recorriendo el mundo en busca de nuevos sabores... Luego, los volvería a ver en el tren destinación Barcelona-Cerbere, Cerbere-Nice....
Al llegar a la frontera con la España (Antes de llegar a Pamplona) tuve que ir a “San Sebastián” ciudad cercana, para tomar un bus vía Pamplona. En esta ciudad a conocí a estos chicos americanos que se dirigían también a Pamplona al día siguiente, bastante simpáticos por cierto, luego los encontraría casualmente en la estación de Pamplona, antes de partir a Madrid.
La destinación de todos los viajeros es muy parecida, se siguen los mismos caminos y se toman los mismos trenes, ya que es la forma de pasar de un país a otro. En este caso España-Italia.
Finalmente, al llegar a Pamplona, trato de llamar a mi amiga y me encuentro con la diferencia con París. Los teléfonos públicos dañados me comen casi 5 euros en mi intento.. “Qué desastre”pensé, como si en Venezuela las cosas fueran mejores...
Sin ninguna intención llevaba puesto una camisa tipo vestido blanca de flores rojas y mis zapatos “adidas” rojos con negro, ambos comprados antes de partir al viaje en las Soldes3 de París. Este atuendo coordinó bastante bien con el traje típico de las fiestas.
Mi amiga Miladi vino a buscarme a la estación, la encontré más linda que nunca con su traje blanco. Ella y su prima Alelí me traían generosamente un pañuelo rojo y una camisita blanca para que estuviera al día inmediatamente con las fiestas, luego nos dirigimos a hablar un poco en un café para actualizar nuestras vidas. Como es natural, el ambiente estaba un poco extraño, muchas historias que contar y tantas cosas que decir en un primer encuentro y, sin embargo, se habla de las cosas más vagas... Más, a pesar de tener mucho tiempo sin vernos, ocurrió lo que generalmente sucede con la familia, era como si la hubiese visto el día anterior en la Universidad, lo que confirma que realmente es una buena amiga.
Por mi parte, siempre con mi torpeza y falta de delicadeza, no llevé conmigo ni un regalo para ella, ni para sus tíos (con los cuales ella vivía) lo que me hizo sentir muy mal, sobretodo al recibir como regalo el traje de las fiestas.
En las noches, todos los bares abiertos y fiestas por todas las calles , miles de extranjeros por doquier. Los trajes blanco se arruinan, a mi amiga le decían “ Usa zapatos viejos y ropa barata porque vas a la guerra” y, efectivamente, las calles mojadas, los tragos caídos y el sudor en los bares visitados destruye la blancura del ruedo del pantalón blanco de “San Fermín”.
Al día siguiente de mi llegada, decidimos ir a un centro comercial para comprar unos pantalones blancos para mi, ya que la noche anterior tuve que usar “Blue Jeans” lo cual no se ajusta bien a la tradición. Estuvimos todo el día de compras y, al final, no me llevé ningún pantalón, en su lugar, compré un top blanco que lleva en el centro el nombre de “Alabama” el cual será muy significativo para mí en esta historia al llegar a Florencia.
Finalmente, esa noche vestí con el tan adorado top blanco de Alabama y una falda blanca de faralado que había comprado en París en las conocidas cadenas de tiendas francesas “HIM” las cuales venden artículos económicos y de mala calidad. Esta noche fue para mí más divertida que la anterior, ya que no me encontraba tan cansada con los trajines del viaje en tren, como lo estaba el primer día. Me emborraché un tanto, como es normal en estas fiestas, bailamos conocimos gente y reímos bastante. Caminábamos por las calles dando toques de varita mágica a todo el que veíamos, con las rosas que nos habían obsequiado durante la noche, tomamos vino de una bota ajena, nos perdimos, nos encontramos, en fin, tuvimos una noche de San Fermín.
Llegamos a casa de la tía alrededor de las 5:00am, un tío de Miladi nos buscaría a las 6:00am para ir a ver en un balcón de unos conocidos, la corrida de los toros (Dichos balcones son alquilados por altas sumas de dinero y es muy difícil encontrar uno para estas fiestas, de allí lo especial de tener esta oportunidad) Al despertarme, siento estas terribles ganas de ir al baño y, estando allí, un dolor inimaginable me encuentra, como se diría en venezolano, me dio un “patatú”, palabra que no puedo explicar exactamente, pero que en general significa que te llega súbitamente un malestar que no conoces. Este dolor es bastante importante en este viaje , ya que me acompañaría hasta Barcelona y perturbaría verdaderamente mi tranquilidad. Según y que lo llaman “Los males del San Fermín”
En consecuencia de este dolor, tuve una discusión un tanto fuerte con mi amiga, ya que en medio de mi malestar tuve que alistarme para ir a ver la corrida y yo, honestamente me sentía inimaginablemente mal. El dolor, que ahora no recuerdo con exactitud, pero que en su momento pude haber descrito con claridad, era como una presión fuerte en la boca del estómago que, aparentemente, no me permitía ingerir alimentos. Luego leí en una página en Internet, que existe un enfermedad llamada, no me acuerdo como, que producía esta sensación en consecuencia de la ingesta de líquidos y comidas en exceso...
En fin, sentí que mi amiga se había enfichado4 de mi dolor. Por eso discutí con ella esa mañana y hasta hoy día siento que arruiné un poco nuestra amistad, agregando el hecho de que no llevé presentes en mi llegada y que no fui muy generosa en mi estadía con ella y su prima.
Vimos la corrida, mi amiga, su prima, la familia yo y mi dolor y luego comimos, como es tradición para esta gente en esas mañanas de San Fermín, unos deliciosos churros con chocolate (Los cuales comí con gusto a pesar de las esperadas consecuencias contra mi estado de salud)
Finalmente, ese día parto a Madrid, como ya mencioné, Miladi y Alelí me acompañan a la estación, encuentro a mis amigos de San Sebastián, llamo a mi amigo Ronald con el cual me quedaría en Madrid y abordo el tren despidiéndome de Pamplona, de los San Fermines y de mi amiga Miladi, con la sensación triste de no haber adoptado una buena conducta durante mi estadía.


--------------- FIN DE LA HISTORIA -----------------

[2] Sinónimo de prácticas en España, internship en inglés y stage en francés. 3 Palabra que significa rebaja en español y Sales en inglés, las cuales se realizan en ciertas épocas del año en Europa, en donde encuentras prendas de la estación que está finalizando (Soldes de verano, Soldes de invierno) 4 Palabra que utilizábamos mis amigos extranjeros de habla española que conocí en París y yo, que se derba de la expresión francesa “Je m’en fish” y que significa “No me importa” en español y “I don´t care” en inglés, pero que, en mi opinión, engloba este significado de una manera más generosa y exacta del no preocuparse por un suceso.

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