Saturday, October 16, 2004

ALABAMA EN FLORENCIA

- En el Barco vía Grecia -
Llego a Florencia, en el tren oí a estos españoles ordinarios que hablaban entre sí y que también realizaban el interail. Luego de conversar un poco con ellos, me entero de este albergue que está alejado un poco del centro de la ciudad pero que es bastante económico. Después de llamar a diferentes albergues (Todos caros en comparación con el que dichos españoles me habían indicado decidí, en vista de la prioridad de ahorro de dinero, escoger este más barato – Grave error!! ---
Tomo el bus 17 vía al albergue, el cuál de acuerdo a como me indicaron, tardaba 10 minutos desde la estación de tren, “No es tan lejos” dije para mis adentros. Pero lo que no me indicaron fue la larga cuesta que había que subir para llegar al “Hostelo” ya que este era un albergue con disponibilidad para acampar que se encuentra en una zona tipo “ Parque Natural”
Yo y mi conocido “Maletón” nos arrepentimos de corazón de dicha decisión, al subir cuesta arriba una montaña de asfalto empinada, acompañada del calor inconcebible de las ciudades del sur de Europa en verano.
Llego finalmente, este es un albergue internacional de juventud propiamente, lo cual no había conocido hasta el momento, chicos y chicas separados, habitaciones compartidas pero confortables y, la gran noticia, “cerramos a las 12:00 PM.” es decir, tienes que estar de vuelta antes de la 12:00 PM o te quedas afuera.
- En el Albergue en Grecia / Atenas –
Florencia, ciudad bella me decían, por lo que decidí salir bella ese día, el cansancio y los viajes me impedían ocuparme de mí y la sensación de estar bonita y salir a las calles de Florencia, ciudad maravillosa, me motivaba a empezar nuevamente la lucha a pesar de encontrarme realmente agotada.
Porté entonces mi ya conocido atuendo de falda blanca y top blanco de Alabama... y vuelta en el bus 17 llego al centro de Florencia.
Mapa en mano y ciudad por delante, decidí conocer un poco a poca profundidad, sólo visualizar la vida en la ciudad. Ese día tenía ganas de descansar mentalmente y aceptar perder tiempo, no presión del final de día, sólo estar allí... Sin embargo, como es habitual en mi comportamiento cuando tomo este tipo de decisiones, termino dando vueltas en el mismo sitio, sin decidir nada, sin el pensamiento claro y sólo haciendo lo que me llega a la mente en el mismo instante, sin analizar siquiera un segundo: me siento aquí, entro en esta tienda y me compro un helado “ si, si, de que?, no se, no se, de limón!”
En consecuencia, ese día sólo conocí la fachada de la Catedral del DUOMO, esplendorosa y muy diferente a las catedrales que había conocido anteriormente, blanca y colorida. Quería conocer ese día el Ponte Veccio, pero el cansancio me aconsejó dejarlo para la siguiente jornada. Así que decidí terminar mi día en un bar al aire libre que había visto en la tarde y donde, según me habían informado, habría un concierto de Jazz gratis esa noche. Me dije que me merecía ir a tomar un trago antes de regresar “Antes de las doce” al Albergue.
Hasta ese entonces yo creía tontamente que podría encontrarme a un consultor que trabajaba conmigo en París en la BNP Paribas donde realicé mi pasantía, ya que el había dicho que estaría en Florencia para esas fechas. Tenía esta fijación de ver para todas partes a ver si lo veía, ni siquiera entiendo por que, pero a veces uno no puede explicarse el comportamiento que se tiene en ciertas situaciones. Supongo que la soledad te crea la necesidad de sentir que quizás puedas encontrar a alguien conocido.
Finalmente, decido que es hora de irme al Jazz aunque estuviera en Avance5 Como ya comenté, estaba al pendiente de ver, si por casualidad, el consultor también estaba allí y hasta me avergonzaba un poco que me viera sola en una mesa, tomando cervezas...Me siento sola y fumo un cigarrillo, no tenía encendedor así que pido prestadas unas cerillas al señor de la mesa de al lado. Empezando el Jazz y con mi cerveza a la mitad, decido fumar nuevamente. Anteriormente ya había visto un chico sin camisa acompañado de otro gordito, tipo el cantante de Limbiskit, en una mesa próxima que me observaba pero de lejos recuerdo, más no estoy segura, no me dio muy buena impresión.
Ahora, decido fumar nuevamente, como narraba y cuando estaba en train de pedir6 nuevamente las cerillas, me dice el señor de la mesa de al lado “ You have a better offer!” so i turned around et voila! Tenía a este chico con su encendedor en mano que me invitaba a prender mi cigarrillo y que me preguntaba si yo era de Alabama, por que “ My father is from Alabama”. Dentro de mí, pensé, que excusa tan balurda, pero terminó por ser verdad y, de allí, l a importancia de mi conmemorable top. No porque su padre fuera de Alabama sino porque de esa manera pude conocerlo.
Ensuite, él y su amigo vinieron a mi mesa (Yo todavía con mi idea fija, tenía vergüenza que el consultor, si por casualidad estaba allí, me viera con estos chicos de mal aspecto)
Hablamos un poco y en ese momento no me di cuenta, más ahora si, el chico me gustaba muchísimo. Pero aunque no me diera cuenta, ya que en estos sucesos que ocurren tan rápidamente uno no puede organizar bien los sentimientos, si sabia que quería seguir discutiendo con él y no despedirme. El gordito, aunque estaba presente, no participaba mucho de la conversación y, en realidad, no me importaba mucho, ya que mi chico hablaba lo suficiente, a pesar de que su conversación fuera un tanto extraña y vaga, por lo que comencé a sospechar del efecto del algún estupefaciente en su persona.
Finamente, él y su amigo no tenían donde dormir hasta el momento (Debo decir que estos eran americanos en viaje que hacen la excepción a la regla, o bueno quizás forman parte de otro tipo de grupo de gringos, estos chicos eran travelers en busca de la vida nocturna de las ciudades, drogas, etc) por lo que yo, muy amablemente, me permití invitarles a intentar encontrar un cuarto en mi albergue (Comenté un poco de mi decepción con este lugar, más las ideas las planteé bastante confusas de manera que quisieran venir conmigo)
Al momento de irme, ellos decidieron venir conmigo, el chico lindo con gusto y su amigo el gordo con resignación. Me sentía un poco tonta e incomoda al conocer el pensamiento de ellos y al soportar sus risas sin motivo. Cada vez se iba aclarando más mi sentimiento ante la situación, fuimos a comprar vino antes de llegar al albergue, al único restaurante que quedaba cerca de allí y la reacción de la vendedora con mi chico Alabama me confirmó que, en efecto, si era atractivo. Suele ocurrirme sentirme insegura de mis gustos con todo: la comida, la música, la gente; en general necesito la aprobación o la confirmación de algo o de alguien para saber que lo que me esta gustando puede en efecto gustarme o no. Como había comentado anteriormente, la idea de la fermeture7 del albergue a las 12:00am seguía planteada bastante confusa.
Subimos por la terrible cuesta, esta vez para mí, menos desagradable que la última vez ya que era de noche, sin sol, con los árboles alrededor tipo excursión y hablando con un chico que me traía enamorada, obviando todo el tiempo, como es obvio, la presencia del gordito.
Llegamos, la inscripción de estos chicos al albergue fue un tanto obligada, yo lo sabía dentro de mí y ellos, entre la espada y la pared, no les quedó más que pagar e inscribirse. Dos chicos malos, en busca de la mala vida, inscribiéndose en un albergue juvenil sano sin saber que no había salida after twelve!. Al momento de la verdad, yo presenté toda mi inocencia ante la situación, aunque por dentro sólo podía reír a carcajadas...

El chico un tanto desagradado, más igual contento (Tenía a esta tonta chica que gustaba de él) y su amigo, inimaginablemente molesto, sintiéndose estupidisado ante este sitio.
Así, nos quedamos en la recepción del albergue, en una terraza en donde se reunían todos los jóvenes del sitio, el gordo después de un rato de tomar vino y conversar ya resignado se dirige a dormir, el chico y yo pasamos bastante tiempo juntos antes de irse a dormir cada uno a sus respectivos cuartos.
Nos despedimos esa noche, sin saber si nos veríamos al día siguiente, el momento juntos fue un tanto extraño, yo no estaba muy contenta con la situación. Entre las cosas que hablamos yo tendría que ir a San Francisco en donde el vivía, ya que era la mejor ciudad del mundo.
Mañana siguiente, me levanto asustada creyendo que me había quedado dormida y que había perdido todo el día de Florencia, veo a una de mis compañeras entrando al cuarto y creo que esta está regresando de su día de turismo, no entiendo nada, pregunto la hora y me dice las nine ¡ Las nueve de la noche, no lo podía creer, pues no, claro que no, eran las nueve de la mañana, la chica venía del desayuno. Me levanto rápidamente y me coloco cualquier atuendo para aprovechar el desayuno gratuito, ya estaba acostumbrada a la dinámica del asunto y estaba convencida que un desayuno gratuito no lo podía perder no importaba mi sueño, no importaba nada.
- Caracas 2004 –

Me coloqué mi falda roja de flores, mis cholas negras de marca desconocida compradas en la Central Madairense de Caracas por mi papá para usarlas en las duchas compartidas de Paris, y una camisa de tiritas Zara, no recuerdo que color, blanca supongo, si sostén, ya que para la fecha, no recuerdo porqué, usar esas sandalias baratas de dedo y usar camisetas claras sin sostenes me parecía bastante adecuado, cómodo y sin ningún tipo de compilación o rareza, supongo que sería el calor del verano o simplemente mi actitud de indiferencia, locura y bohemia que adopté para este viaje (añadiendo el hecho que mi par de sandalias decentes se habían roto en Nice y que seguramente para la fecha la mayoría de mis sostenes estarían sucios o con varios relavados)
- En el Albergue en Grecia / Atenas –
Así, bajo a tomar mi desayuno, yo ya estaba tranquila con el hecho de no ver mas a mi chico, pero al momento de terminar mi comida, allí estaba él, saliendo bastante rápido de entre las mesas y se sienta en frente de mí, con su sonrisa especial, conversamos unos segundos, me deja un cigarrillo y me dice que se va a lavar la cara. Yo trato de tomar mi desayuno lentamente esperando a que volviera, cuando de pronto lo veo en la recepción discutiendo con su amigo, luego hacen la cola para el check out. Yo impaciente de tanto espera y para no pasar por tonta decido ir a llevarle el cigarro e irme a cambiar. Saludo al gordo de aspecto un poco molesto, le doy el cigarrillo al chico el me dice: “Its for you, you dont want it ¿”, yo contesto que sí pero que tengo que ir a cambiarme, el me dice: “ok see you in a few minutes”. Media vuelta y al momento de subir la escalera me doy cuenta de mi grave error, debía bañarme, vestirme, en fin, tardarme mucho tiempo. Todo lo hice con bastante rapidez, a pesar de todos los obstáculos que siempre tenía por mi desorden de ropa y la escasez de los artículos de limpieza, bajé, pero sabía que al bajar ya se habría ido.
Decido ir a buscar información sobre la salida de los trenes a la estación de tren, sabiendo que mi chico y su amigo se irían a Roma ese día...
Paso un tiempo en la estación de tren, con la esperanza de que en alguna esquina mi chico me estuviera viendo, saqué dinero del cajero, compre unos cigarros, fume.. en fin. Decido tomar un camino distinto para salir de la estación, volteo hacia las taquillas de compras y allí estaban gordo y chico comprando ticket destinación Firenze-Roma 11:09am (mismo tren que tomaría yo al día siguiente). La sorpresa me atemoriza y decido pasar desapercibida (Sin saber si en realidad me vieron), espero un tiempo recostada de una pared de otro lado de la estación donde no podían verme, luego de unos minutos pienso “Lilia, estás aquí en la estación con la esperanza de verlo, ya lo encontraste ¿Ahora qué? Go for it! Salgo de la sala de informaciones con la intención de pasar por la venta de billetes y decidir en el instante que hacer, a pesar de la vergüenza de saber que ellos sabrían que estaba allí por él. Al pasar justo por la puerta, dos chicos corriendo se atraviesan: uno flaco alto, de sonrisa simpática, de zapatos deportivos y medias cortas de rayas, de chores viejos y negros con camisa negra que no le permite vivir en el calor de Italia ya que ama el frío, que vive en San Francisco la mejor ciudad del mundo, que estudia chef y con un padre que tiene un restaurant en Florida, que me dice “You’re the best”, “You kiss wonderfully” “ I wish you were French cause of your beauty”, cuyo nombre no conozco, ni dirección, ni e-mail, ni teléfono...
Más atrás un gordo de chiva un tanto cansado que se apresura a pesar de su incondición física... Yo sólo me detuve dejándolos pasar, sonriendo por la graciosa escena y pensando lo último que me quedaba antes de aceptar no verlo más: “Nos vemos en Roma”

- Barco vía Santorini –
Ese mismo día, sola nuevamente, decidí conocer monumentos y museos a profundidad, entre ellos “El David” de Michelangelo en la Galería de la Academia. La escena se describe bastante graciosa, flash por todos lados y tras ellos una señora de carnet identificador intentando detenerlos, más lo cómico es que estos “flash” no pasaban inadvertidos, tras una advertencia de prohibición, sin ninguna discreción, se preparaba otra foto bien centrada y a la luz de todos. Yo, interesada en formar parte del juego, no por el provecho pero por la diversión del momento, también llevo conmigo el recuerdo de tan maravillosa escultura.
Finalmente conozco el Puente Veccio, uno de los paisajes, en mi opinión, más bellos de Florencia, allí permanecí sentada en un puesto privilegiado que todavía no había sido atacado por los turistas, pero que , seguramente, luego invadirían notada mi presencia. Es aquí, en la sombra, con la brisa que refresca el calor del día, después de decirme “Esto es la Bonne heure”8 (Frase que suele venirme al pensamiento en momentos donde mis sentidos se complacen) donde decido empezar esta historia.
5 En francés, antes de tiempo.
6 Presente continuo del francés “en train de”
7 El cierre de, en francés.
8 Felicidad en francés

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