Sunday, October 17, 2004

ATENAS


- Tren destinación Pireus-Pattras –

Llego sola a Atenas confiada de poder contactar a un amigo de mi amiga Andreina de Venezuela, la cual en una de mis tantas conexiones por Internet me dio el teléfono del chico. El muchacho, según la descripción de mi amiga, era bastante atractivo, con amigos que lo mejoraban , además de tener muchas posesiones interesantes como yate, helicóptero, entre otros. Generalmente no me intereso por el dinero o posesiones de las personas gracias a mi continua guerra contra el consumismo y consumidores propiamente. Sin embargo, estando en Grecia sola, conocer a un chico lindo y con dinero que me recibiría en su casa no era tan mala idea no?

La estación de trenes en Atenas resulta un tanto diferente a las demás, no entiendo nada!!!! Primera ciudad en la que realmente me siento en otro país. Las escrituras en greco se me hacen imposibles de comprender y al mismo nivel, los grecos... Busco información turística y no existe, pido ayuda a personas las cuales, o no hablan inglés, o su nivel en esta lengua es casi como el mío en greco.

Decido contactar rápidamente al amigo de mi amiga, el cual me indica que está en un a isla llamada Mikados y que llegará al día siguiente.

Empiezo ha sentirme bastante incomoda con la situación y, por primera vez, un tanto asustada. El arrepentimiento de dejar a mis amigos del barco es bastante grande, ya que con ellos había pasado un buen momento, eran simpáticos, lindos y simplemente gentiles. Comencé a pensar que yo y mis pensamientos estúpidos siempre tomamos las peores decisiones.

Sin embargo, mi afán por conocer Atenas, la historia de esta ciudad y los templos mitológicos me dieron el consuelo de pensar que quizás si había tomado la decisión correcta. La verdad es que no me habría perdonado ir a Grecia sólo para divertirme en una isla. Estaba en Gracia, en Atenas! Ciudad de los Dioses del Olimpo en la cual mi hermana y yo habíamos estado siempre sumamente interesadas (Solíamos jugar este juego del arcaico Nitendo el cual tenía por nombre “ Los Dioses del Olimpo”, donde el héroe de la historia tenía que viajar por las ciudades e islas griegas y hablar con los Dioses, teniendo que partir de Atenas para luego visitar el Templo de Zeus, pasando luego por Pelopenesus, Creta, entre otros)

Por lo tanto, tenía que conocer Atenas o no?. Caminé por las calles a la locura y pedí información como pude, entre otros a la policía, lo cual no sirvió de mucho. Así, sin rumbo, llegué a un hotel llamado “Anabel” en donde podía pasar la noche por 9 euros. Aquí me encuentro casualmente a estos españoles ordinarios que conocí en el tren vía Florencia, los cuales me comentaban la escasez de interés de la ciudad de Atenas, desilusionándome y haciéndome sentir peor de lo que ya estaba.

Decidí quedarme en ese hotel y antes de dormir fui a un Ciber café cercano para conectarme a Internet (Recurso al que acudía al sentirme realmente sola) y en este café pruebo mi primer delicioso café helado, luego de haber visto que todas las mesas tenían este vaso largo lleno de café espumoso. Ese día pedí que le colocaran un poco de licor, por lo que recibí café helado con Bailey’s, sin embargo, los cafés sucesivos los tome como vinieran: expresso, con leche, fuerte o simplemente no sabía.

La noche en este hotel fue un tanto desagradable. Dormí en un cuarto con cuatro francesas y una canadiense, donde lo único que había disponible para combatir el calor inclemente, era un ventilador blanco y sucio que sólo podía remover el aire viciado de la habitación. Debo aceptar que gracias a estos calores que tuve que soportar, lograba despertarme temprano y aprovechar el día en la ciudad de turno.

Para esta época del viaje, debo decir, que mis condiciones y recursos estaban ya bastantes agotados y desgastados, lo que hacía mi vida en ese momento un tanto desagradable. Entre otros, contaba con un creme duche que había tomado de una ducha en el albergue de Florencia, mi champú había desaparecido (luego lo encontré en un lugar oculto de la maleta) y mi toalla, la cual había decidido portar fuera de la maleta en algún momento del viaje para evitar que se mojaran mis pertenencias, se encontraba toda sucia por caer en muchas oportunidades bajo las ruedas del maletón(Créanme que el lugar menos indicado para llevar una toalla es tenerla amarrada tipo lazo en el asa de una maleta! )

- Barco vía Bari –

Ese día pude ducharme en los horribles baños del albergue greco, gracias a un champú prestado por una de las francesas del cuarto, el cual todavía conservo (No por robo, sino por obsequio) y en vista de no haber estado durmiendo en un hotel cinco estrellas, ni cuatro, ni tres, ni dos, tuve que secarme como pude con los restos de puntas aún limpios de mi toalla.

Después de esa noche, ya que todo se estaba volviendo realmente insoportable, decidí no seguir en esas condiciones y buscar un hotel que tuviera aire acondicionado, cuarto y ducha personal y, sobre todo, toalla limpia! Estaba dispuesta a pagar cualquier precio, por lo que hice el check out y, dejando allí mi maletón por el día (El griego de la recepción era malhumorado pero gentil, aceptando guardar mi maleta) salí a conocer el Acrópolis de Atenas.

A esta altura del viaje, descubrí que mi experticia con los mapas era bastante buena. Llego al Acrópolis luego de echar un vitazo a las tienditas turísticas en donde obtuve un plato decorador y una campanita más para la colección de mi mamá. En el Acrópolis como estudiante tuve derecho a ver todos los monumentos “for free”.
Visito en primera instancia el grandioso Partenón y el Templo del Erechtheion que se encontraban próximos en una alta cuesta. Luego decido comprar un libro que contenía la historia de Grecia y la explicación de los monumentos del Acrópolis. En consecuencia, luego de una larga caminata, decido ir nuevamente al Partenón, ya que con la explicación del libro podría entender mejor su estructura y elementos. En un principio, la pereza me hizo dudar del retorno, pero se me ocurrió de repente una de esas ideas fantásticas que me suelen surgir algunas veces, en la cual quizá el destino me había hecho retornar, ya que en mis antepasados yo era la diosa Atenea, diosa de la sabiduría, y el objetivo de mi viaje era el de ir al Templo del Erechtheion y ver el árbol de los olivos (El cual no había visto en una primera pasada y que ahora si vería gracias a la descripción del libro) momento en el cual ocurriría un episodio mágico.

A manera informativa, en el libro explicaba que el nombre de la ciudad: Atenas, proviene de una leyenda, en la cual Poseidón, dios del mar, y Atenea obsequiaron unos presentes a la ciudad para ver quien ganaba el nombre. Poseidón, clavó su trono en una puerta ubicada en la parte trasera del Templo del Erechtheion haciendo salir agua salada. Atenea, por su parte, sembró una semilla de la cual hizo crecer un árbol de olivos, ubicado simbólicamente hoy día en el monumento. Los habitantes encontraron más interesante el presente de Antenea y de allí el nombre de la ciudad.

Luego de mi segunda pasada por los monumentos, de la cual, evidentemente, no surgió ningún evento milagroso o fantástico (Pensé que hasta la muerte podía llegarme) Me dirigí al “Templo de Zeus”

Falta...

BARCO VIA PATTRAM (16 horas)


Aquí estoy en el barco vía Pattram. Esta vez la soledad es peor que nunca. No hay monumentos que ver, ni museos que visitar, ni calles que recorrer, sólo hay gente. Traté de estar bonita para que alguien viniera a halarme, pero hasta ahora nadie lo ha hecho. El barco es hermoso, tiene piscina, bar, casino, entre otros, pero sola no hallo donde ubicarme. Ya gasté en cosas que no sirven para nada, ensalada que no me gusta, “café coretto” e Internet por 5 euros 15 minutos...Como tengo el ticket más barato no tengo donde dormir y no tengo sleeping bag, veo un futuro muy negro, 16 horas de viaje, sola y sin donde dormir...Buena idea haber comenzado este relato.

Al lado mío están dos chicos muy lindos, guardé mi encendedor y fui pedirles uno para fumar un cigarro, que es lo único que se puede hacer estando sola para perder el tiempo, de aquí a 5 minutos tendré que encender otro, que más queda...

Tengo la idea que son “gay”. Vacilé en ir a sentarme con ellos y decirles “Excuse me can I stay here with you so I’m alone”... Pero con esta falda corta y top rosado, creo que voy a parecer un poco salope9

Segundo cigarro, segunda demanda, no dicen nada = son gay.

- Barco vía Santorini –

Me permito retomar este relato súbitamente y aclarar mi error, no eran gay, creo, seguida a mi falsa declaración, estos muchachos de Suecia, luego de desaparecer un tiempo de mi visibilidad, regresan y se sientan conmigo. Esta vez no hubo top de Alabama, hubo diario (Tercera razón de importancia de esta historia, conocer gente)

En el diálogo, no me parecieron realmente normales, más sí simpáticos, hablaron de temas un tanto extraños e interesantes, más no lograba entender el punto focal del asunto. Ellos se encontraban en mi misma situación: viaje para conocer con mínimos gastos posibles. Sin embargo, ellos habían pagado una recamara ya que realmente no querían dormir en la penumbra, querían bañarse y tener un poco de comodidad luego de un largo viaje de privaciones.

Parecería un tanto estúpido de mi parte haber aceptado, cosa que no hice en un primer momento, por supuesto, pero durante el diálogo me dieron a entender que habían decidido aprovechar de su habitación al máximo, luego de todo el dinero que habían pagado. Decían que les parecía egoísta de su parte, que las personas que tenían recamara no dejaran entrar a nadie en sus cuartos.

Sé que sigue pareciendo ingenuidad de mi parte creer esta intención, pero sonaba tan verdadera que en lugar de sentir que dos muchachos querían invitarme a dormir a su cuarto sólo por el hecho de intentar algo, me sentí un poco “mal alaisse” (Incomoda en francés) ya que no se interesaban en mí, más me trataban como a una mendiga.

Al mismo tiempo, me molestó un poco la relación de estos dos amigos. Entre sus relatos me comentaban abiertamente como uno de ellos (Para mi desagrado el que había encontrado más lindo en un principio) estaba viajando a costas del otro, quien no dejaba de aclarar que gracias a su trabajo (Algo relacionado con barcos) tenía dinero suficiente o excesivo dinero. No sé todavía si todos estos relatos abiertos se debían al efecto del UZO (Bebida típica griega que estaban bebiendo, muy similar al anís) o simplemente ellos lo encontraban natural.

A pesar de pasar un buen tiempo con su compañía, la alegría de haberlos conocido iba decayendo exponencialmente. La situación era la siguiente: el chico que me interesaba, se enfichaba tanto de mí, que aceptaba ser un vividor, un perdedor en la vida que se recostaba de su amigo para hacer un viajecito de liberación de stress y de sus responsabilidades, como dos hijos y una novia de un año y medio. Se describía simplemente como alguien que había hecho un desastre de su vida, drogas, fiestas, metidas de pata, entre otros, y ahora simplemente se encontraba en la etapa de ser un perdedor arrepentido y que había rectificado.

Por su parte, el otro chico, en su afán por demostrarme sus buenas intenciones, me aclaraba que no había ningún tipo de interés extraño en mí, a la vez, me hablada de la timidez de su adorado amigo y de su incapacidad y torpeza (Cuando este no estaba presente, obviamente)

Me alegraba saber que no tuvieran malas intenciones ya que podría dormir en un habitación con aire acondicionado, más un poco de interés me habría hecho sentir más atractiva y no como una recogida!

La idea de dormir afuera en la cubierta, con la humedad que produce la sal del mar y la sensación pegajosa que queda en la piel, no me era nada placentera, y en vista de las buena fe de estos dos individuos, esa noche dormí más cómoda de lo que había imaginado (A pesar de que fue en un mueble tan pequeño que únicamente una persona de mi tamaño podría ocupar)

A la mañana siguiente decidimos tomar juntos el tren vía Atenas. Para estos entonces la gentileza para conmigo había disminuido. Comencé a sentirme peor, quizás era el efecto del UZO el que había hablado esa noche y para el momento estarían arrepentidos de viajar con una tercera.

Acepto que mi inseguridad es algunas veces un tanto elevada y causante de un comportamiento de mi parte bastante estúpido, pero realmente me sentía ya muy incomoda con estos chicos.

Vía Atenas me hacen conocer su cambio de planes, luego que Symon, el chico atractivo y perdedor, hubiera conocido a una chica en el tren. Querían dirigirse a una isla a la cual la chica también iría y me invitaban a unirme a sus planes.
Se me ocurrieron unas cuantas posibilidades. Quizás querían viajar de cuatro y todos estos comentarios desvalorizando a Symon, se debían a que su amigo se interesaba en mí, o simplemente, esta chica era una excusa que les ayudaría a deshacerse de mí. Mi interés por ir a Antenas y mi desinterés por sentirme despreciada, me hicieron tomar la decisión de continuar mi viaje en soledad. Hasta ahora no sé si habré tomado una buena decisión... Sin embargo, para el momento ya había aprendido que siempre existe un punto del viaje en el que se debe decidir “To move on and Keep going...”

9 Palabra francesa que se traduce como ramera en español.

BARCELONA AGUDA


Viajo a Barcelona en 1ra clase, no por mi voluntad sino por uno de tantos retardos en la compra del ticket. Viaje placentero si se piensa en la incomodidad de viajar en tren.

Llego a la estación y aplico el procedimiento que luego seguiré en todas las ciudades en las que tenga que conseguir alojamiento (o en casi todas por desgracia). La estrategia es muy simple y quizá muy evidente, al llegar se busca directamente una agencia de turismo, se piden los teléfonos y direcciones de los albergues y/o hoteles (En mi caso albergues, en primer lugar por el precio y en segundo lugar, convirtiéndose luego en más prioritario, para conocer gente) para reservar.

Esta será mi primera experiencia en un albergue juvenil a los cuales confieso tenía un tanto miedo. Imaginaba gente extraña que intentaba robar tus pertenencias o abusar en las noches. Sin embargo, el único inconveniente de dormir en un albergue es el de no estar sólo y tener que compartir ducha y baño. Del resto, son sólo jóvenes que están en la misma posición que tú. Luego de un tiempo comencé a darme cuenta que la peligrosa del albergue podía ser yo en todo caso, cuando a falta de champú un día comencé a hurgar en otras pertenencias o cuando comí sin avisar alimentos ajenos con la intención de una reposición nunca hecha.

En esta ciudad conocí entonces a mi primer amigo de albergue, un americano del cual aprendí en cierta forma el método del diario y otro método que creí interesante en un principio pero imposible de usar por mi parte. Éste consistía en anotar cada gasto del día en la palma de la mano, con el objetivo de contabilizar y no sobrepasar un límite propuesto o al menos estar dentro de una franjas que permitiera o restringiera para ir eliminando la diferencia. Debo confesar que hoy día la pienso como una idea bastante obsesiva y un tanto miserable que nunca usaré.

Fue un simpático día en compañía de este gringo que fue bastante amigable, más con diferencias irreconciliables con respecto a mí. Fuimos al museo de Picazo, las plazas y monumentos conocidos, en fin, seguimos la guía turística a tal punto que terminamos comiendo en un restaurante recomendado por la misma, en donde hicimos una cola bastante larga llena de puros “gringos” que, aparentemente, tenían el mismo libro que mi “genial amigo”...Así, este chico entre sus geniales ideas gringas, como comer en un restaurante francés en Barcelona, me ofrecerá muy gentilmente la dirección de un hotel en Nice-Francia que luego me desgraciará la estadía en esta ville.

Barcelona ciudad verdaderamente española pero con bellas palmeras que la muestran como una ciudad playera y fresca (a pesar del calor que pasé) me hará perder algo de dinero albergándome en sus casinos, uno de esos días que decidí no importarme perder el tiempo.

Todos estos relatos estarían acompañados del mal de Pamplona, lo que hace mis estadía en esta ciudad menos placentera de lo que debió haber sido. Además, el calor y el maletón empiezan a convertirse en verdaderos enemigos los cuales me acompañaran durante todo el camino.

Saturday, October 16, 2004

NICE VILLE (HOTEL VILLE)


Nice Ville, ciudad francesa a la cual siempre quise ir durante mi estadía en París y más aún, antes de ir a Francia cuando conocí y hablé durante un año por Internet con un interesante muchacho apodado mozart_amadeus_wolfgang@yahoo.com. Él decía ser un francés habitante de Nice Ville (Hoy día pienso que es mexicano, aunque me dijo en otras de sus mentiras, en vista de mi posible visita a Nice, que era inglés) y yo tenía ganas de ir a conocerlo.
Llego a Nice, luego del viaje en tren que ya no recuerdo (probablemente sólo dormí como en muchos otros viajes) y no utilizo el método de la búsqueda de albergue usual, más en su lugar, decido ir a buscar un hotel que mi amigo el gringo de Barcelona me había recomendado. Decisión bastante tonta, ya que había perdido la dirección y aunque creyera tener el camino en la cabeza tenía, obviamente, un camino errado...
Buscando este hotel, ya resignada a no encontrarlo, comienzo a pensar en otras opciones y preguntar precios. Luego de caminar un poco, me quedo parada en frente de este hotel que parecía un tanto lujoso y en lo que decido continuar (¿Para que hacer más esfuerzo subiendo las escaleras con el maletón sino valdría la pena?) el “tipo” de la recepción me invita a entrar con una gran sonrisa.
Al final, resultó ser un hotel tipo albergue, por lo que el precio era bastante económico, dieciocho euros, así que decido quedarme allí y no seguir caminando, ya que estaba muy cansada.. Tenía ganas de darme un largo y refrescante baño e irme lo antes posible a Monte Carlo a pasar el día.
Luego de conversar un rato con el señor de la recepción, el cuál me indicó que vivía cerca de Monte Carlo y que él y su hermano tenían dos hoteles en la zona, me fui a buscar dinero y a la estación de trenes, dejando, importante mencionar, mi detestable pero querido “maletón” con el desconocido.
Llegando a la estación de trenes me doy cuenta de un pequeño detalle, no había remarcado ni el nombre del hotel, ni la calle, ni el número, ni nada nada nada, ninguna referencia que me indicara su ubicación. Siempre tan confiada, el inconveniente no me causó la más mínima inquietud, quizá un poco, pero enseguida me dije que igual me acordaría del camino.
Voy a la estación de trenes y con la ilusión de encontrar el hotel recomendado (Quizá era más económico y siempre podría decirle al recepcionista que tenía que dejar la ciudad o algo parecido) pido un mapa para salir “de boluda”, como dirían los argentinos, a buscar este sitio nuevamente, total todavía no eran las 10:00 am, hora en la que estaría listo mi cuarto en el hotel desconocido.
Finalmente, como es obvio, no encontré nada a pesar de mi larga caminata (De todas formas ya tenía hotel y podría descansar un poco antes de ir a “Monte Carlo” ) y decidí regresar al encuentro con mi adorable maletón.
Traté de realizar el recorrido inicial tren – hotel para poder encontrarlo ya que no tenia la dirección. En un primer intento no lo encuentro, ni en un segundo, ni en un tercero, ni en un cuarto, ni en un quinto... Con mi tranquilidad característica (por no decir mongolismo, autismo o sus parecidos) o de “Pata de Rolo” como se diría en venezolano para explicar la actitud de una persona inconsciente que no parece importarle ninguna cosa, mi única inquietud era que se hacia tarde y no podría aprovechar plenamente el día en Monaco.

Luego de unas horas, a eso de las 2:00 pm (Recordando que fue a eso de las 10:00 cuando comencé a buscar el hotel), empecé a estar un poco molesta, ya que la idea de Monaco estaba prácticamente perdida. Estaba cansada de caminar y no entendía como no podía encontrar el hotel. Tenía una idea clara en mi mente de la apariencia del sitio, pero ya había visto tantos que empezaba a confundirme.
Decidí buscar ayuda una vez que empezó mi preocupación por mi “maletón” ¿Existiría la posibilidad de no volver a verlo?
Así, fui a la policía. Ante las lógicas preguntas de nombres, calles, entre otros, mis respuestas eran realmente estúpidas: “Me fui y dejé todas mis pertenencias a un desconocido y no me tomé la molestia de siquiera leer el nombre del hotel”.
Caminaron conmigo un tiempo, al final se fueron a su modulo deseándome suerte (Tenía la impresión que ellos comenzaban a pensar que estaba mintiendo, sentía que me veían con cara de desconfianza) Dejándolos, decidí buscar nuevamente. Estaba desesperada caminando bajo el sol inclemente, las piernas me dolían y empecé a explorar por sitios donde inicialmente estaba segura de no haber ido antes ¿Quizá lo había olvidado?... Recordé una idea en el tan reconocido libro de Gabriel García Marques “Cien años de Soledad”, donde la vieja Úrsula, que observaba siempre el comportamientos de los habitantes de su casa, dijo que cuando alguien perdía algo era porque habían estado en algún lugar de la casa donde usualmente no iban...
Volví nuevamente a la policía, tratamos de llamar a varios hoteles de la zona, pero habían tantos que era poco probable encontrarlo, ellos ya no podían hacer nada.
Empecé a sospechar que ellos creían que estaba loca y, al final, yo misma comencé a dudar de mí. Pensé que quizás había inventado toda esa historia y nunca había estado en ese hotel fantasma. Quizás simplemente había dejado el maletón en algún sitio sin saber lo que estaba haciendo. Quizás era una especie de dimensión desconocida!! Quizás todo era un chiste, un mundo paralelo, un pueblo maldito!
Así que caminé y caminé y caminé ya sin rumbo, hasta reventar mis zapatos, acompañada de mi sudor y mi locura. Fui a “La poste”8 y tampoco pudieron ayudarme, luego fui a la Policía Municipal y nada y nada y nada, sólo me dieron las páginas amarillas para que buscara el hotel.
La caminata hasta allá fue aún peor, no entiendo como logré hacerlo, ya no podía más. Decidí comer algo, un pedazo de pizza recuerdo, a pesar de que me sintiera bastante indolente comiendo en tal situación de desesperación, así que comí como un perro callejero, reflexioné un rato, pero ya no sabía nada, estaba confundida y aturdida.
Empecé a tratar de recordar los pensamientos que tuve al estar parada enfrente del hotel, sabía que inicialmente hubo algo que me había desanimado a entrar. Lo único que recordaba era la charla con el señor de Mónaco, lo de su hermano y sólo podía decír a todo el mundo que “se trataba de un hotel pequeño y económico”
Finalmente como a las 6:00 o 7:00 de la noche (No lo recuerdo o quizás nunca lo supe) ya sin esperanzas, entro en un hotel al que jamás había entrado, a pesar de haber pasado delante de él un millar de veces, todo por la misma razón por la que no había querido entrar la primera vez y la cuál no recordaba: “Parecía muy lujoso para un albergue”...
Si algún día se les ocurre ir a Nice Ville, no duden en pedirme referencias, conozco el lugar como la palma de mi mano...

8 Oficina de correos

ALABAMA EN FLORENCIA

- En el Barco vía Grecia -
Llego a Florencia, en el tren oí a estos españoles ordinarios que hablaban entre sí y que también realizaban el interail. Luego de conversar un poco con ellos, me entero de este albergue que está alejado un poco del centro de la ciudad pero que es bastante económico. Después de llamar a diferentes albergues (Todos caros en comparación con el que dichos españoles me habían indicado decidí, en vista de la prioridad de ahorro de dinero, escoger este más barato – Grave error!! ---
Tomo el bus 17 vía al albergue, el cuál de acuerdo a como me indicaron, tardaba 10 minutos desde la estación de tren, “No es tan lejos” dije para mis adentros. Pero lo que no me indicaron fue la larga cuesta que había que subir para llegar al “Hostelo” ya que este era un albergue con disponibilidad para acampar que se encuentra en una zona tipo “ Parque Natural”
Yo y mi conocido “Maletón” nos arrepentimos de corazón de dicha decisión, al subir cuesta arriba una montaña de asfalto empinada, acompañada del calor inconcebible de las ciudades del sur de Europa en verano.
Llego finalmente, este es un albergue internacional de juventud propiamente, lo cual no había conocido hasta el momento, chicos y chicas separados, habitaciones compartidas pero confortables y, la gran noticia, “cerramos a las 12:00 PM.” es decir, tienes que estar de vuelta antes de la 12:00 PM o te quedas afuera.
- En el Albergue en Grecia / Atenas –
Florencia, ciudad bella me decían, por lo que decidí salir bella ese día, el cansancio y los viajes me impedían ocuparme de mí y la sensación de estar bonita y salir a las calles de Florencia, ciudad maravillosa, me motivaba a empezar nuevamente la lucha a pesar de encontrarme realmente agotada.
Porté entonces mi ya conocido atuendo de falda blanca y top blanco de Alabama... y vuelta en el bus 17 llego al centro de Florencia.
Mapa en mano y ciudad por delante, decidí conocer un poco a poca profundidad, sólo visualizar la vida en la ciudad. Ese día tenía ganas de descansar mentalmente y aceptar perder tiempo, no presión del final de día, sólo estar allí... Sin embargo, como es habitual en mi comportamiento cuando tomo este tipo de decisiones, termino dando vueltas en el mismo sitio, sin decidir nada, sin el pensamiento claro y sólo haciendo lo que me llega a la mente en el mismo instante, sin analizar siquiera un segundo: me siento aquí, entro en esta tienda y me compro un helado “ si, si, de que?, no se, no se, de limón!”
En consecuencia, ese día sólo conocí la fachada de la Catedral del DUOMO, esplendorosa y muy diferente a las catedrales que había conocido anteriormente, blanca y colorida. Quería conocer ese día el Ponte Veccio, pero el cansancio me aconsejó dejarlo para la siguiente jornada. Así que decidí terminar mi día en un bar al aire libre que había visto en la tarde y donde, según me habían informado, habría un concierto de Jazz gratis esa noche. Me dije que me merecía ir a tomar un trago antes de regresar “Antes de las doce” al Albergue.
Hasta ese entonces yo creía tontamente que podría encontrarme a un consultor que trabajaba conmigo en París en la BNP Paribas donde realicé mi pasantía, ya que el había dicho que estaría en Florencia para esas fechas. Tenía esta fijación de ver para todas partes a ver si lo veía, ni siquiera entiendo por que, pero a veces uno no puede explicarse el comportamiento que se tiene en ciertas situaciones. Supongo que la soledad te crea la necesidad de sentir que quizás puedas encontrar a alguien conocido.
Finalmente, decido que es hora de irme al Jazz aunque estuviera en Avance5 Como ya comenté, estaba al pendiente de ver, si por casualidad, el consultor también estaba allí y hasta me avergonzaba un poco que me viera sola en una mesa, tomando cervezas...Me siento sola y fumo un cigarrillo, no tenía encendedor así que pido prestadas unas cerillas al señor de la mesa de al lado. Empezando el Jazz y con mi cerveza a la mitad, decido fumar nuevamente. Anteriormente ya había visto un chico sin camisa acompañado de otro gordito, tipo el cantante de Limbiskit, en una mesa próxima que me observaba pero de lejos recuerdo, más no estoy segura, no me dio muy buena impresión.
Ahora, decido fumar nuevamente, como narraba y cuando estaba en train de pedir6 nuevamente las cerillas, me dice el señor de la mesa de al lado “ You have a better offer!” so i turned around et voila! Tenía a este chico con su encendedor en mano que me invitaba a prender mi cigarrillo y que me preguntaba si yo era de Alabama, por que “ My father is from Alabama”. Dentro de mí, pensé, que excusa tan balurda, pero terminó por ser verdad y, de allí, l a importancia de mi conmemorable top. No porque su padre fuera de Alabama sino porque de esa manera pude conocerlo.
Ensuite, él y su amigo vinieron a mi mesa (Yo todavía con mi idea fija, tenía vergüenza que el consultor, si por casualidad estaba allí, me viera con estos chicos de mal aspecto)
Hablamos un poco y en ese momento no me di cuenta, más ahora si, el chico me gustaba muchísimo. Pero aunque no me diera cuenta, ya que en estos sucesos que ocurren tan rápidamente uno no puede organizar bien los sentimientos, si sabia que quería seguir discutiendo con él y no despedirme. El gordito, aunque estaba presente, no participaba mucho de la conversación y, en realidad, no me importaba mucho, ya que mi chico hablaba lo suficiente, a pesar de que su conversación fuera un tanto extraña y vaga, por lo que comencé a sospechar del efecto del algún estupefaciente en su persona.
Finamente, él y su amigo no tenían donde dormir hasta el momento (Debo decir que estos eran americanos en viaje que hacen la excepción a la regla, o bueno quizás forman parte de otro tipo de grupo de gringos, estos chicos eran travelers en busca de la vida nocturna de las ciudades, drogas, etc) por lo que yo, muy amablemente, me permití invitarles a intentar encontrar un cuarto en mi albergue (Comenté un poco de mi decepción con este lugar, más las ideas las planteé bastante confusas de manera que quisieran venir conmigo)
Al momento de irme, ellos decidieron venir conmigo, el chico lindo con gusto y su amigo el gordo con resignación. Me sentía un poco tonta e incomoda al conocer el pensamiento de ellos y al soportar sus risas sin motivo. Cada vez se iba aclarando más mi sentimiento ante la situación, fuimos a comprar vino antes de llegar al albergue, al único restaurante que quedaba cerca de allí y la reacción de la vendedora con mi chico Alabama me confirmó que, en efecto, si era atractivo. Suele ocurrirme sentirme insegura de mis gustos con todo: la comida, la música, la gente; en general necesito la aprobación o la confirmación de algo o de alguien para saber que lo que me esta gustando puede en efecto gustarme o no. Como había comentado anteriormente, la idea de la fermeture7 del albergue a las 12:00am seguía planteada bastante confusa.
Subimos por la terrible cuesta, esta vez para mí, menos desagradable que la última vez ya que era de noche, sin sol, con los árboles alrededor tipo excursión y hablando con un chico que me traía enamorada, obviando todo el tiempo, como es obvio, la presencia del gordito.
Llegamos, la inscripción de estos chicos al albergue fue un tanto obligada, yo lo sabía dentro de mí y ellos, entre la espada y la pared, no les quedó más que pagar e inscribirse. Dos chicos malos, en busca de la mala vida, inscribiéndose en un albergue juvenil sano sin saber que no había salida after twelve!. Al momento de la verdad, yo presenté toda mi inocencia ante la situación, aunque por dentro sólo podía reír a carcajadas...

El chico un tanto desagradado, más igual contento (Tenía a esta tonta chica que gustaba de él) y su amigo, inimaginablemente molesto, sintiéndose estupidisado ante este sitio.
Así, nos quedamos en la recepción del albergue, en una terraza en donde se reunían todos los jóvenes del sitio, el gordo después de un rato de tomar vino y conversar ya resignado se dirige a dormir, el chico y yo pasamos bastante tiempo juntos antes de irse a dormir cada uno a sus respectivos cuartos.
Nos despedimos esa noche, sin saber si nos veríamos al día siguiente, el momento juntos fue un tanto extraño, yo no estaba muy contenta con la situación. Entre las cosas que hablamos yo tendría que ir a San Francisco en donde el vivía, ya que era la mejor ciudad del mundo.
Mañana siguiente, me levanto asustada creyendo que me había quedado dormida y que había perdido todo el día de Florencia, veo a una de mis compañeras entrando al cuarto y creo que esta está regresando de su día de turismo, no entiendo nada, pregunto la hora y me dice las nine ¡ Las nueve de la noche, no lo podía creer, pues no, claro que no, eran las nueve de la mañana, la chica venía del desayuno. Me levanto rápidamente y me coloco cualquier atuendo para aprovechar el desayuno gratuito, ya estaba acostumbrada a la dinámica del asunto y estaba convencida que un desayuno gratuito no lo podía perder no importaba mi sueño, no importaba nada.
- Caracas 2004 –

Me coloqué mi falda roja de flores, mis cholas negras de marca desconocida compradas en la Central Madairense de Caracas por mi papá para usarlas en las duchas compartidas de Paris, y una camisa de tiritas Zara, no recuerdo que color, blanca supongo, si sostén, ya que para la fecha, no recuerdo porqué, usar esas sandalias baratas de dedo y usar camisetas claras sin sostenes me parecía bastante adecuado, cómodo y sin ningún tipo de compilación o rareza, supongo que sería el calor del verano o simplemente mi actitud de indiferencia, locura y bohemia que adopté para este viaje (añadiendo el hecho que mi par de sandalias decentes se habían roto en Nice y que seguramente para la fecha la mayoría de mis sostenes estarían sucios o con varios relavados)
- En el Albergue en Grecia / Atenas –
Así, bajo a tomar mi desayuno, yo ya estaba tranquila con el hecho de no ver mas a mi chico, pero al momento de terminar mi comida, allí estaba él, saliendo bastante rápido de entre las mesas y se sienta en frente de mí, con su sonrisa especial, conversamos unos segundos, me deja un cigarrillo y me dice que se va a lavar la cara. Yo trato de tomar mi desayuno lentamente esperando a que volviera, cuando de pronto lo veo en la recepción discutiendo con su amigo, luego hacen la cola para el check out. Yo impaciente de tanto espera y para no pasar por tonta decido ir a llevarle el cigarro e irme a cambiar. Saludo al gordo de aspecto un poco molesto, le doy el cigarrillo al chico el me dice: “Its for you, you dont want it ¿”, yo contesto que sí pero que tengo que ir a cambiarme, el me dice: “ok see you in a few minutes”. Media vuelta y al momento de subir la escalera me doy cuenta de mi grave error, debía bañarme, vestirme, en fin, tardarme mucho tiempo. Todo lo hice con bastante rapidez, a pesar de todos los obstáculos que siempre tenía por mi desorden de ropa y la escasez de los artículos de limpieza, bajé, pero sabía que al bajar ya se habría ido.
Decido ir a buscar información sobre la salida de los trenes a la estación de tren, sabiendo que mi chico y su amigo se irían a Roma ese día...
Paso un tiempo en la estación de tren, con la esperanza de que en alguna esquina mi chico me estuviera viendo, saqué dinero del cajero, compre unos cigarros, fume.. en fin. Decido tomar un camino distinto para salir de la estación, volteo hacia las taquillas de compras y allí estaban gordo y chico comprando ticket destinación Firenze-Roma 11:09am (mismo tren que tomaría yo al día siguiente). La sorpresa me atemoriza y decido pasar desapercibida (Sin saber si en realidad me vieron), espero un tiempo recostada de una pared de otro lado de la estación donde no podían verme, luego de unos minutos pienso “Lilia, estás aquí en la estación con la esperanza de verlo, ya lo encontraste ¿Ahora qué? Go for it! Salgo de la sala de informaciones con la intención de pasar por la venta de billetes y decidir en el instante que hacer, a pesar de la vergüenza de saber que ellos sabrían que estaba allí por él. Al pasar justo por la puerta, dos chicos corriendo se atraviesan: uno flaco alto, de sonrisa simpática, de zapatos deportivos y medias cortas de rayas, de chores viejos y negros con camisa negra que no le permite vivir en el calor de Italia ya que ama el frío, que vive en San Francisco la mejor ciudad del mundo, que estudia chef y con un padre que tiene un restaurant en Florida, que me dice “You’re the best”, “You kiss wonderfully” “ I wish you were French cause of your beauty”, cuyo nombre no conozco, ni dirección, ni e-mail, ni teléfono...
Más atrás un gordo de chiva un tanto cansado que se apresura a pesar de su incondición física... Yo sólo me detuve dejándolos pasar, sonriendo por la graciosa escena y pensando lo último que me quedaba antes de aceptar no verlo más: “Nos vemos en Roma”

- Barco vía Santorini –
Ese mismo día, sola nuevamente, decidí conocer monumentos y museos a profundidad, entre ellos “El David” de Michelangelo en la Galería de la Academia. La escena se describe bastante graciosa, flash por todos lados y tras ellos una señora de carnet identificador intentando detenerlos, más lo cómico es que estos “flash” no pasaban inadvertidos, tras una advertencia de prohibición, sin ninguna discreción, se preparaba otra foto bien centrada y a la luz de todos. Yo, interesada en formar parte del juego, no por el provecho pero por la diversión del momento, también llevo conmigo el recuerdo de tan maravillosa escultura.
Finalmente conozco el Puente Veccio, uno de los paisajes, en mi opinión, más bellos de Florencia, allí permanecí sentada en un puesto privilegiado que todavía no había sido atacado por los turistas, pero que , seguramente, luego invadirían notada mi presencia. Es aquí, en la sombra, con la brisa que refresca el calor del día, después de decirme “Esto es la Bonne heure”8 (Frase que suele venirme al pensamiento en momentos donde mis sentidos se complacen) donde decido empezar esta historia.
5 En francés, antes de tiempo.
6 Presente continuo del francés “en train de”
7 El cierre de, en francés.
8 Felicidad en francés

EL SAN FERMÍN

Dejo París y mi primera destinación es “Pamplona” en España, ya que una de mis mejores amigas estaba viviendo allí haciendo su pasantía[2].
Para mí mi gran sorpresa, para la fecha en la que estaría allí se celebraban en Pamplona las fiestas de “San Fermín” en las que tradicionalmente la gente se viste de pantalón y camisa blanca, con un pañuelo rojo atado al cuello y una chaqueta negra atada en la cintura llamada no recurdo como...
- La descripción de este capítulo no es muy placentera en este momento ya que estoy montada en el tren destinación Roma-Bari, y como no tengo ticket, no tengo puesto...Así que me encuentro en una de las uniones de los vagones, donde no hay aire acondicionado y donde el tren más se menea... -
- Retomando mi historia en el Ferry vía Pattram –
En la fiesta de San Fermín ocurren la corrida de toros y el encierro. En estas fiestas se sueltan a los toros a las calles de Pamplona y las personas corren delante de ellos durante unos cuatro minutos aproximadamente. Entre estas personas se encuentras los corredores de Pamplona, los cuales son expertos, ya que se preparan durante el año para estas famosas corridas, luego están los corredores extranjeros, los cuales usualmente no tienen en donde dormir estando en Pamplona, pasan la noche borrachos en las fiestas y durmiendo en las plazas y parques del pueblo, por lo que en la corrida del día siguiente, hora: “6:00 am.”, todavía están borrachos. En estas corridas, en consecuencia, hay siempre muertos y heridos...
Al llegar a Pamplona, le pregunto a mi amiga Miladi y a su prima Alejandra (Nickname “Alelí”), uruguaya por cierto, si ellas también corrían a lo cual respondieron “ Sí, todos los días hemos corrido”. Yo resignada aunque con un poco de miedo me dije “ Bueno, a correr con los toros” Luego, obviamente, era una broma de su parte...
En el tren, vía Pamplona, oí a estos americanos que correrían en algún sitio y contaban todo un suceso al respecto, otra gringa les comentaba que ella lo había echo, que lo ideal era siempre quedarse en el medio y nunca tomar las orillas, pero yo en ese momento no tenía idea del asunto, aunque me dio bastante curiosidad lo que estaban hablando. Ellos, como todos los gringos, escribían su respectivo diario durante el viaje y yo, al escuchar que se preguntaban entre si “¿Qué comimos hoy? ¿Qué comimos ayer?” Pensé que se trataba de unos sibaritas que andaban recorriendo el mundo en busca de nuevos sabores... Luego, los volvería a ver en el tren destinación Barcelona-Cerbere, Cerbere-Nice....
Al llegar a la frontera con la España (Antes de llegar a Pamplona) tuve que ir a “San Sebastián” ciudad cercana, para tomar un bus vía Pamplona. En esta ciudad a conocí a estos chicos americanos que se dirigían también a Pamplona al día siguiente, bastante simpáticos por cierto, luego los encontraría casualmente en la estación de Pamplona, antes de partir a Madrid.
La destinación de todos los viajeros es muy parecida, se siguen los mismos caminos y se toman los mismos trenes, ya que es la forma de pasar de un país a otro. En este caso España-Italia.
Finalmente, al llegar a Pamplona, trato de llamar a mi amiga y me encuentro con la diferencia con París. Los teléfonos públicos dañados me comen casi 5 euros en mi intento.. “Qué desastre”pensé, como si en Venezuela las cosas fueran mejores...
Sin ninguna intención llevaba puesto una camisa tipo vestido blanca de flores rojas y mis zapatos “adidas” rojos con negro, ambos comprados antes de partir al viaje en las Soldes3 de París. Este atuendo coordinó bastante bien con el traje típico de las fiestas.
Mi amiga Miladi vino a buscarme a la estación, la encontré más linda que nunca con su traje blanco. Ella y su prima Alelí me traían generosamente un pañuelo rojo y una camisita blanca para que estuviera al día inmediatamente con las fiestas, luego nos dirigimos a hablar un poco en un café para actualizar nuestras vidas. Como es natural, el ambiente estaba un poco extraño, muchas historias que contar y tantas cosas que decir en un primer encuentro y, sin embargo, se habla de las cosas más vagas... Más, a pesar de tener mucho tiempo sin vernos, ocurrió lo que generalmente sucede con la familia, era como si la hubiese visto el día anterior en la Universidad, lo que confirma que realmente es una buena amiga.
Por mi parte, siempre con mi torpeza y falta de delicadeza, no llevé conmigo ni un regalo para ella, ni para sus tíos (con los cuales ella vivía) lo que me hizo sentir muy mal, sobretodo al recibir como regalo el traje de las fiestas.
En las noches, todos los bares abiertos y fiestas por todas las calles , miles de extranjeros por doquier. Los trajes blanco se arruinan, a mi amiga le decían “ Usa zapatos viejos y ropa barata porque vas a la guerra” y, efectivamente, las calles mojadas, los tragos caídos y el sudor en los bares visitados destruye la blancura del ruedo del pantalón blanco de “San Fermín”.
Al día siguiente de mi llegada, decidimos ir a un centro comercial para comprar unos pantalones blancos para mi, ya que la noche anterior tuve que usar “Blue Jeans” lo cual no se ajusta bien a la tradición. Estuvimos todo el día de compras y, al final, no me llevé ningún pantalón, en su lugar, compré un top blanco que lleva en el centro el nombre de “Alabama” el cual será muy significativo para mí en esta historia al llegar a Florencia.
Finalmente, esa noche vestí con el tan adorado top blanco de Alabama y una falda blanca de faralado que había comprado en París en las conocidas cadenas de tiendas francesas “HIM” las cuales venden artículos económicos y de mala calidad. Esta noche fue para mí más divertida que la anterior, ya que no me encontraba tan cansada con los trajines del viaje en tren, como lo estaba el primer día. Me emborraché un tanto, como es normal en estas fiestas, bailamos conocimos gente y reímos bastante. Caminábamos por las calles dando toques de varita mágica a todo el que veíamos, con las rosas que nos habían obsequiado durante la noche, tomamos vino de una bota ajena, nos perdimos, nos encontramos, en fin, tuvimos una noche de San Fermín.
Llegamos a casa de la tía alrededor de las 5:00am, un tío de Miladi nos buscaría a las 6:00am para ir a ver en un balcón de unos conocidos, la corrida de los toros (Dichos balcones son alquilados por altas sumas de dinero y es muy difícil encontrar uno para estas fiestas, de allí lo especial de tener esta oportunidad) Al despertarme, siento estas terribles ganas de ir al baño y, estando allí, un dolor inimaginable me encuentra, como se diría en venezolano, me dio un “patatú”, palabra que no puedo explicar exactamente, pero que en general significa que te llega súbitamente un malestar que no conoces. Este dolor es bastante importante en este viaje , ya que me acompañaría hasta Barcelona y perturbaría verdaderamente mi tranquilidad. Según y que lo llaman “Los males del San Fermín”
En consecuencia de este dolor, tuve una discusión un tanto fuerte con mi amiga, ya que en medio de mi malestar tuve que alistarme para ir a ver la corrida y yo, honestamente me sentía inimaginablemente mal. El dolor, que ahora no recuerdo con exactitud, pero que en su momento pude haber descrito con claridad, era como una presión fuerte en la boca del estómago que, aparentemente, no me permitía ingerir alimentos. Luego leí en una página en Internet, que existe un enfermedad llamada, no me acuerdo como, que producía esta sensación en consecuencia de la ingesta de líquidos y comidas en exceso...
En fin, sentí que mi amiga se había enfichado4 de mi dolor. Por eso discutí con ella esa mañana y hasta hoy día siento que arruiné un poco nuestra amistad, agregando el hecho de que no llevé presentes en mi llegada y que no fui muy generosa en mi estadía con ella y su prima.
Vimos la corrida, mi amiga, su prima, la familia yo y mi dolor y luego comimos, como es tradición para esta gente en esas mañanas de San Fermín, unos deliciosos churros con chocolate (Los cuales comí con gusto a pesar de las esperadas consecuencias contra mi estado de salud)
Finalmente, ese día parto a Madrid, como ya mencioné, Miladi y Alelí me acompañan a la estación, encuentro a mis amigos de San Sebastián, llamo a mi amigo Ronald con el cual me quedaría en Madrid y abordo el tren despidiéndome de Pamplona, de los San Fermines y de mi amiga Miladi, con la sensación triste de no haber adoptado una buena conducta durante mi estadía.


--------------- FIN DE LA HISTORIA -----------------

[2] Sinónimo de prácticas en España, internship en inglés y stage en francés. 3 Palabra que significa rebaja en español y Sales en inglés, las cuales se realizan en ciertas épocas del año en Europa, en donde encuentras prendas de la estación que está finalizando (Soldes de verano, Soldes de invierno) 4 Palabra que utilizábamos mis amigos extranjeros de habla española que conocí en París y yo, que se derba de la expresión francesa “Je m’en fish” y que significa “No me importa” en español y “I don´t care” en inglés, pero que, en mi opinión, engloba este significado de una manera más generosa y exacta del no preocuparse por un suceso.

PRÓLOGO

He decidido escribir este relato en Florencia – Ponte Veccio – sentada en este puente al lado de cientos de candados de turistas o viajeros que por allí pasaron (Evento que descubrí cuando ya estaba por irme, después de llevar bastante tiempo allí sentada)
La idea preliminar era de seguir el esquema balurdo de todos los americanos que realizan el interail (para ellos llamado europass o sus parecidos) de escribir un diario relatando todo el viaje detalle a detalle para no olvidarlo luego. Es increíble como estas personas siguen el modelo franquisia U.S.A. Viajeros americanos son como Mc. Donalds en sus recorridos, todos iguales adaptados un poco al país en donde se encuentran.. (claro que existe siempre la excepción a la regla)

Ahora, el objetivo de este escrito es, en esencia, describir mi viaje para luego recordarlo, ya que con sólo dos semanas de interail, ya creo que he olvidado suficientes momentos como para que un año más tarde sea como si no hubiese viajado. Sin embargo, decidí relatar m inetrail, no como un diario detallado si no como una historia simpática.
Un segundo objetivo, pero no menos importante, es saber que me esperan dieciséis horas de viaje en un Ferry con destino a Grecia.... Ruego a los santos ser constante con este escrito y no dejarlo en el olvido en la tercera página (como suelo hacer con toda mis supuestas geniales ideas) Ahora me encuentro en Roma en la estación de trenes esperado el tren destinación Roma-Bari 13:34 del cual no tengo ticket por mi constante incapacidad de hacer las cosas bien...Bueno, no quiero adelantarme a lo hechos, pero de todas todas pienso abordar este tren...

Decidí escribir esta historia en diferentes capítulos con títulos indicativos de la parte del viaje que se relate, todavía no estoy segura si daré el nombre de la ciudad o del suceso más destacado... Ya lo sabrán al ver el nombre del primer capítulo.

Comencé este viaje luego de haber vivido unos diez meses en París, realizando mi último año de Ingeniería de Producción. Estos diez meses no los voy a relatar, obviamente, pero hay historias que merecerían la pena, “Si jamás termino este escrito”[1] escribiré entonces un libro que relate “Lilia en París” o algo parecido jejeje. Finalmente, les dejo saber que en éste momento no he terminado mi viaje, por lo tanto, la narración se basará en dos fuentes: el recuerdo y el presente, o mejor dicho, el recuerdo lejano y el recuerdo más próximo.

[1] Expresión utilizada en francés “Si jamais...” que significa “Si alguna vez...” o “Si por casualidad...”